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SABER ESPERAR
Marzo. 28. 2010. 2 Reyes 11: 1- 21
	Había un hombre que tenía cuatro hijos y buscaba que aprendieran a no juzgar las cosas tan rápidamente.    Entonces envió a cada uno por turnos a ver un árbol de peras que estaba a una gran distancia. El primer hijo fue en el invierno, el segundo en primavera, el tercero en verano y el hijo más joven en el otoño. Cuando todos ellos habían ido y regresado, los reunió y les pidió que escribieran lo que habían visto. El primer hijo mencionó que el árbol era horrible, doblado y retorcido. El segundo dijo que no, que estaba cubierto con brotes verdes y lleno de promesas.

El tercer hijo no estuvo de acuerdo, él dijo que estaba cargado de flores, que tenía aroma muy dulce y se veía muy hermoso, era la cosa más llena de gracia que jamás había visto.
El último de los hijos no estuvo de acuerdo con ninguno de ellos; dijo que estaba maduro y marchitándose de tanto fruto, lleno de vida y satisfacción.

Entonces el hombre les explicó a sus hijos que todos tenían razón, porque ellos solo habían visto una de las estaciones de la vida del árbol.

Les dijo a todos que no deben juzgar a un árbol, o a una persona, sólo por ver una de sus temporadas, y que la esencia de lo que son el placer, el regocijo y el amor que viene con la vida sólo puede medirse al final, cuando todas las estaciones han pasado.

Si te das por vencido en el invierno, habrás perdido la promesa de la primavera, la belleza del verano y la satisfacción del otoño.

MORALEJA: No dejes que el dolor de alguna estación destruya la dicha del resto. No juzgues a la vida sólo por una estación difícil. Persevera a través de las dificultades y malas rachas... mejores tiempos vendrán...

Esperar es muy difícil, sobre todo ahora que estamos en los tiempos de lo instantáneo, el chocolate, el café. Etc. Y de esta misma forma queremos que sea lo espiritual, y sobre todo los milagros.

Cuando una persona no sabe esperar entra en:

·        Ansiedad: una persona ansiosa no tiene la capacidad de pensar de manera clara no domina las circunstancias, las circunstancias lo dominan.

·       Impaciencia: todo lo desespera, quiere que las cosas se hagan en su tiempo, cree que los demás fueron hechos para su servicio.

·       Intolerancia: busca cualquier motivo para enojarse, es un fosforito, con cualquier cosa se prende, hay muchas esposas o esposos que les da miedo hablar con su cónyuge por que saben que solo seria para problemas, toman la decisión de volver hablar y con esto lo único que hacen es alejarse más el uno del otro.

·       Violencia: La ansiedad, la impaciencia, y la intolerancia terminan en violencia, maltrato en la familia, y en la sociedad

La desesperación hace que se cometan errores, sobre todo si esos errores lo cometen las cabezas trae consecuencias muy desagradables. El rey había muerto y su mama lo primero que hizo fue acabar con su descendencia, cuando el diablo desanima a una cabeza de hogar sea el padre o la madre, en realidad no es que esté interesado solo en él. El esta tras la descendencia, debemos luchar no solo por nosotros, también debemos hacerlo por nuestra familia. V 1 “Cuando Atalía madre de Ocozías vio que su hijo era muerto, se levantó y destruyó toda la descendencia real”

Dios es nuestro refugio en los momentos de tormenta, un refugio no es una solución definitiva, por ejemplo, cuando el volcán galeras hace erupción, a los habitantes de las regiones cercanas a él, se les ofrece una habitación de madera para que se refugien, muchos no van porque consideran que en ese lugar no pueden meter sus diez vacas, los cincuenta cuyes, o los seis marranos, sin entender que ese refugio no le ofrece todas las comodidades de su finca, es tan solo un lugar que está diseñado para cuidar su vida. Este mundo es un mudo cruel porque el hombre así lo hizo, porque nosotros recibamos a Cristo en nuestro corazón el mundo no va a cambiar, el mundo sigue igual, Cristo por lo tanto lo que nos promete es que será nuestro refugio, para que las inclemencias de este mundo sean más llevaderas, hasta que el venga por su iglesia.

Dios quiere ayudarnos, pero no lo hará de manera inmediata, lo hará en su tiempo y de acuerdo a su voluntad. V 3 “Y estuvo con ella escondido en la casa de Jehová seis años; y Atalía fue reina sobre el país” para que este niño fuera restituido en su reino tuvo que pasar seis años. Dios se toma su tiempo para que nosotros a prendamos a depender de él. En este tiempo demostramos nuestra fidelidad, o nuestra infidelidad.

Dios quiere que en todo momento estemos vigilando, de día y de noche. La única forma que tenemos de vigilar es a través de la oración. En vigilias, y en ayunos. El problema de muchos cristianos es que les gusta mucho vigilar cuando tienen un problema es muy común escuchar decir, pastor cuando hacemos una vigilia para pedirle a Dios por tal o tal problema. Pero no es muy común escuchar a los hermanos decir: pastor: cuando hacemos una vigilia para darle gracias a Dios porque todas las cosas nos están saliendo bien. El problema es que muchas veces no sabemos cuidar la bendición, sería como si alguien fuera al banco a retirar una fuerte cantidad de dinero y estuviera vigilando al entrar al banco para que nadie le fuera a robar, pero que al recibir el dinero se olvidara de seguir vigilando; ya usted se imaginara lo que puede suceder. V 5-8 “Y les mandó diciendo: Esto es lo que habéis de hacer: la tercera parte de vosotros tendrá la guardia de la casa del rey el día de reposo. 
11:6 Otra tercera parte estará a la puerta de Shur, y la otra tercera parte a la puerta del postigo de la guardia; así guardaréis la casa, para que no sea allanada. 
11:7 Mas las dos partes de vosotros que salen el día de reposo tendréis la guardia de la casa de Jehová junto al rey.
11:8 Y estaréis alrededor del rey por todos lados, teniendo cada uno sus armas en las manos; y cualquiera que entrare en las filas, sea muerto. Y estaréis con el rey cuando salga, y cuando entre”

Si nosotros sabemos esperar en el señor, y dejamos que las cosas se hagan de acuerdo a su voluntad, un día seremos exaltados es decir Dios va a restituirnos lo que hayamos perdido. V 12 “Sacando luego Joiada al hijo del rey, le puso la corona y el testimonio, y le hicieron rey ungiéndole; y batiendo las manos dijeron: ¡Viva el rey!” levantar las manos es una señal de proclamar a nuestro rey, es aceptar que el gobierne sobre mi vida, sobre mi fimia, sobre mis negocios, es decir que el gobierne sobre todo lo que tiene que ver con migo, hay muchos cristianos que tienen temor de levantar sus manos.

Si nosotros nos humillamos delante de Dios, el nos pone en un lugar de exaltación, no importa si los hombres se han opuesto, o te han humillado. V 19 “Después tomó a los jefes de centenas, los capitanes, la guardia y todo el pueblo de la tierra, y llevaron al rey desde la casa de Jehová, y vinieron por el camino de la puerta de la guardia a la casa del rey; y se sentó el rey en el trono de los reyes”

Conclusión:

Tu tiempo, nuestro tiempo llegara, no importa si se demora, pero recuerda que no todo lo que le pidamos a Dios él lo hará, el Dios es el no nosotros, los que estamos a su servicio somos nosotros y no el. Si cada vez que un cristiano se enferma alguien ora por él, se sana significa que sería eterno, nunca moriría, y nuestra eternidad no es en esta tierra, es en el cielo, después de nuestra resurrección.

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