Hay cristianos que muchas veces se acercan a Dios, pero no con su propia apariencia, por eso nuestro tema de hoy ¡busaca a Dios pero sin mascara! Jeroboam era un hombre que fallo delante de Dios, por lo tanto se alejo de él, pero pronto le llegaría el momento de volverlo a buscar, todos por muy duros que parezcamos, y por mucho que digamos que ya no confiamos en Dios, tarde o temprano vamos a tener que buscarlo, lo que tenemos que tener en cuenta es la forma como lo vamos a buscar. Advertencia: Dios ya le había advertido a Jeroboam lo que le podía pasar, muchas veces Dios nos advierte antes de que nos metamos en problemas con él, y con nosotros mismos. 1 Reyes 13: 4-6 “Cuando el rey Jeroboam oyó la palabra del varón de Dios, que había clamado contra el altar de Bet-el, extendiendo su mano desde el altar, dijo: ¡Prendedle! Mas la mano que había extendido contra él, se le secó, y no la pudo enderezar. Terquedad: Jeroboam no quería aprender de lo que le estaba pasando y seguía alejándose de Dios, es impresionante ver personas que están pasando por situaciones verdaderamente difíciles, y entre más problemas tienen, más se alejan de Dios, no tienen ganas de buscarlo, les da pereza orar, les da pereza ir al templo.13: 33 “Con todo esto, no se apartó Jeroboam de su mal camino, sino que volvió a hacer sacerdotes de los lugares altos de entre el pueblo, y a quien quería lo consagraba para que fuese de los sacerdotes de los lugares altos.” Le llego la hora: en el mundo dicen a todo marrano le llega su diciembre, y por mucha paciencia que Dios nos tenga siempre va a llegar el día en que nos acordemos de él. Por mucho que esa persona que vive contigo diga que no quiere saber nada de Dios, a escondidas en el baño lo busca, tu solo síguele compartiendo. 14:1 “En aquel tiempo Abías hijo de Jeroboam cayó enfermo.” Búsqueda de Dios: Jeroboam estaba en dificultades, aunque su corazón se había endurecido y hacía lo malo delante de Dios le llego la hora de buscarlo, entonces le dijo a su mujer ponte tu mejor disfraz, tu mascara y ve a buscar a Dios. Muchas veces no queremos enfrentarnos directamente con Dios y queremos hacerlo a través de otras personas, “valla que a usted Dios le escucha”. O en el peor de los casos nos disfrazamos de cristianos para buscar de Dios, “vamos que hoy es domingo y nos tenemos que vestir como cristianos que nos vamos al templo”. Jeroboam podía pedir perdón, reconocer su error, pero prefirió tratar de engañar a Dios 2-3 “Y dijo Jeroboam a su mujer: Levántate ahora y disfrázate, para que no te conozcan que eres la mujer de Jeroboam, y ve a Silo; porque allá está el profeta Ahías, el que me dijo que yo había de ser rey sobre este pueblo. Todo parece fácil: Jeroboam dijo todo me está saliendo fácil, la mujer iba disfrazada y el profeta estaba casi ciego que podría salir mal. A los hombres los podemos engañar, el hombre no conoce el corazón del hombre. V 4 “Y la mujer de Jeroboam lo hizo así; y se levantó y fue a Silo, y vino a casa de Ahías. Y ya no podía ver Ahías, porque sus ojos se habían oscurecido a causa de su vejez.” Pero ellos no contaban con algo... A Dios no lo podemos engañar: Dios lo sabe todo, a él no lo podemos engañar, por mucho que nos disfracemos, el conoce nuestro corazón. V 5-6 “Mas Jehová había dicho a Ahías: He aquí que la mujer de Jeroboam vendrá a consultarte por su hijo, que está enfermo; así y así le responderás, pues cuando ella viniere, vendrá disfrazada. Sentencia de Dios: con Dios no nos podemos burlar, lo único que logro Jeroboam fue enojar a Jehová, y que la sentencia se cumpliera. V 7-10, 12 “Ve y di a Jeroboam: Así dijo Jehová Dios de Israel: Por cuanto yo te levanté de en medio del pueblo, y te hice príncipe sobre mi pueblo Israel, Dios cumple sus promesas: muchas veces a Dios le reclamamos para que cumpla con sus promesas, pero las que a nosotros nos convienen, nos olvidamos que promesas son promesas buenas para nosotros o malas, siempre asemos alusión a las mas de 33.000, promesas de la biblia, pero solo de las que nos gustan, pero debemos tener en cuenta que cuando él nos promete castigo por la desobediencia, esa también es una promesa. V 16-17 “Y él entregará a Israel por los pecados de Jeroboam, el cual pecó, y ha hecho pecar a Israel. Esta promesa se cumplió en el año 722 antes de Cristo cuando los asirios los invadieron y los llevaron cautivos, estas 10 tribus nunca volvieron a sus tierras y se las conoce como las 10 tribus perdidas, ellos perdieron su identidad y es por eso que a todos los conocemos solo como judíos y no por el nombre de cada una de sus tribus Conclusión: a Dios no lo podemos engañar, busquémoslo siempre con un corazón recto y puro, si hemos fallado pidámosle perdón y acerquémonos a él en lugar de alejarnos |
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