Ver Video
LUCHANDO POR LA BENDICION
Agosto- 18- 2011- Hebreos 7: 1- 28
	Luchar no solo es pelear, o hacer guerra, cuando hablamos de luchar también nos estamos refiriendo a esforzarnos, en trabajar duro, vencer obstáculos, conseguir con esfuerzo una meta o un fin. Para luchar por lo que queremos es necesario:     1.Fijarse un objetivo claro: es decir que es lo que quiero conseguir   2. Agárrate de Jesucristo y no lo sueltes: que es agarrarse de Jesucristo y no soltarlo. Es estar siempre con él. Es trabajar duro toda una vida para lograrlo, eso sí con la ayuda de Jesucristo. Un ejemplo de esto es Jacob.

Génesis 32: “24 Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba; 26 Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me bendices; 28 Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.”  ¿Esto significa que un hombre mortal le gano a Dios? ¡Jamás! Más bien esto quiere decir que Jacob, fue insistente, no había nada que lo desanimara para conseguir lo que quería, ya que confiaba en gran manera en las promesas de Jehová. El no soltar a Dios comenzó desde el momento en que huía de su hermano, prosiguió agarrado de la mano de Dios cuando tuvo que trabajar gratis para su suegro, y siguió luchando por su bendición hasta regresar a su tierra.

El luchar por la bendición y no soltar a Dios hasta que me bendiga significa: adherirme a Jehová de los ejércitos de tal manera que por donde el va yo voy.

Pablo en hebreos 7 nos relata la historia de Abraham, que fue un hombre que tampoco se soltó de Jehová de los Ejércitos. V 1 “Porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, que salió a recibir a Abraham que volvía de la derrota de los reyes, y le bendijo,” Abraham regresaba de liberar a su sobrino Lot que había sido secuestrado, o capturado.

QUE HIZO ABRAHAM. HONRO: V 2 “a quien asimismo dio Abraham los diezmos de todo; cuyo nombre significa primeramente Rey de justicia, y también Rey de Salem, esto es, Rey de paz;” una manera de no soltar a Dios es aferrarse a su ley y sobre todo cumplirla. Recuerde a su hijo o a cualquier persona que dependía de usted, cuando el no quería quedarse solo en algún lugar, el se agarraba de usted y exclamaba: yo no lo suelto, esto significaba que el aceptaba ir con usted a cualquier parte, y sobre todo someterse a su voluntad. Esto es no soltar a Dios hasta que me bendiga.

PORQUE LO HONRO: V 4 “Considerad, pues, cuán grande era éste, a quien aun Abraham el patriarca dio diezmos del botín.” Esta es una forma de reconocer su superioridad, uno no honra a alguien que cree que es menor. El no soltar a Dios es renunciar a nosotros mismos, es como si un niño muy pequeño se uniera a través de una soga con  alguien más grande que el. Lo más lógico es que ese niño pierde su propia independencia para pasar a ser dependiente. Esto mismo pasa cuando decimos que no soltamos a Dios, el es mayor, por lo tanto si yo me uno a él, significa que tengo que marchar por donde el marcha. Y sobre todo renunciar a todo. Dejar padre, madre, y aun nuestra propia vida.

QUE HIZO EL REY: V 6 “Pero aquel cuya genealogía no es contada de entre ellos, tomó de Abraham los diezmos, y bendijo al que tenía las promesas.” lo Bendijo: cuando yo no suelto a Dios, y me adhiero a él, caminando por sus caminos, el me bendice.

PORQUE LO BENDIJO: V 7 “Y sin discusión alguna, el menor es bendecido por el mayor.” La bendición viene de arriba para abajo, desde la cabeza hasta los pies. Jesucristo es nuestro hermano mayor, por lo tanto el nos bendice.

Pero que tiene que ver con nosotros la historia de Jacob, o la historia de Abraham.

Sobre todo la historia de melquisedec, tiene que ver mucho, ya que él es tipología de Cristo, cuando hablamos de melquisedec, estamos hablando de Jesucristo nuestro hermano mayor y salvador, y es a él a quien tenemos que honrar. V 3 “Sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni tiene principio de días, ni fin de vida, sino hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre”

Jesucristo tiene mejores cosas para nosotros: V 22 “Por tanto, Jesús es hecho fiador de un mejor pacto”  Jesucristo es nuestro Fiador, no nuestro codeudor. Pues las dos cosas son muy diferentes, aunque los dos son garantes de una deuda. La diferencia está en que el fiador, en caso de que el deudor no page, antes de que le exijan al fiador responder por la deuda él puede exigir que primero se persiga al deudor principal, le embargue lo que pueda tener. Según el artículo. 2383 del código civil. Mientras que al codeudor se le puede exigir que page la deuda sin necesidad de primero exigirle al deudor principal.

Jesucristo como fiador de un nuevo pacto pago con su sangre nuestra salvación, pero se requiere de nosotros que también hagamos nuestra parte es decir sujetarnos a él, obedecer su ley. Jesucristo no es un alcahuete, el hará lo que nosotros no podamos hacer, el no está para que sacie todos nuestros caprichos.

BENDICIONES ETERNAS:  V 23-25 “Y los otros sacerdotes llegaron a ser muchos, debido a que por la muerte no podían continuar; 7:24 mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable; 7:25 por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.” Jesucristo es eterno por lo tanto sus bendiciones son eternas, van mas allá de la muerte.

QUE TENEMOS QUE HACER: esforzarnos, tener paciencia, mantener nuestro entusiasmo hasta el final.

CONCLUSION:

Dios tiene grandes bendiciones, pero no están tiradas en la esquina, para obtenerlas es necesario tener fe, es decir confianza en que Dios siempre cumple con sus promesas, pero en su tiempo no en el nuestro.

Lucha por tu bendición, esfuérzate, y lo lograras.

 SIGUIENTE                                               PRINCIPAL

...